Ayer fui a ver Looper. Ni qué decir de las ganas que tenía con mi hermano de
verla. Fueron largos meses de espera que tuvieron justificación. El cine tembló
con la aparición del título del film al tiempo que la piel se erizaba y el
corazón latía más rápido. Y es que Looper (2012), de Rian Johnson no es otra
película más de viaje en el tiempo sino la
película de viaje en el tiempo que ha dado un respiro, desde mi punto de vista,
a este apartado de ciencia ficción con tantos baches y a veces tan mal
entendido principalmente por ser mal contado. Son excepciones Back to the
Future (1985, 1989,1990) o Source code, y sin embargo estas son criticadas
duramente y alegan en sus virtudes injustos errores. Pero dejemos de lado lo
que debe suceder y lo que no en un viaje en el tiempo y metámonos en esta
historia que para mí se gana un lugar privilegiado en el género de ahora en
más.
Ria Johnson se dio a conocer con la estupenda Brick (2005), su ópera prima
que relata perfectamente una historia de cine negro pero con chicos de
instituto. Recuerdo que una de las cosas que más me llamaron la atención en
esta película no fue solamente su historia, sino cierto juego o trucos de
edición muy efectivos e ingeniosos. En Looper creo que volvió a ese estilo. Sin
embargo en su segundo trabajo, The Brothers Bloom (2008), se alejaba de esto,
por no necesitarlo, ya que la historia exigía otro estilo un poco más
tranquilo. The Brothers Bloom llegaba a ser mucho más graciosa que otra cosa. Y
si bien contaba una buena historia cuyo final era brillantemente correcto, no
iba con el estilo de Looper su tercer trabajo.
Si hay algo que no me gusta de las críticas y/o tráilers es cuando hablan
demasiado, de más, adelantan gran parte del argumento o, de modo parecido,
lanzan pequeños trazos argumentales que con un mínimo de razonamiento dan al
lector o espectador la posibilidad de desgranar todo el filme.
Tarea difícil, verdaderamente, sin embargo voy a tratar de no caer en los
mismos tropiezos.
Como es de esperar en el tráiler, Looper cuenta la historia de un futuro
cercano en el que cierta especie de verdugos con escopetas, se encargan de
limpiar a asesinos que envía una organización desde el futuro. En varias
críticas muchos detalles fueron mal entendidos, pero para tranquilizar un poco
la situación, debo decir que en realidad todos y cada uno de los cabos de la
película están atados con ingenio y no se da a ninguna falla argumental –a
excepción de un punto que se presta a la duda y sin embargo las dos explicaciones
que se podrían llegar a dar solucionan el problema en un pestañeo-.
Spoilers (siéntase libre de leerlo o pasarlo por alto):
En primer lugar, los asesinos son enviados al pasado para su ejecución
porque en el futuro están prohibidos los asesinatos. Cabe aclarar que esta
organización es también algo ilegal… Segundo punto, Joe viejo (Bruce Willis) no
viene del futuro para matar a Joe joven (Joseph Gordon-Levitt) como leí en
varios sitios que muchos entendieron. El por qué y cómo no lo voy a revelar ya
que me pareció un buen punto de la historia, que si bien no sorprende, da un
gran alivio ya que es muy correcto y tiene mucho sentido. Hablaría de otros
detalles pero me lo guardo para comentarlo con los que ya la vieron.
Dejando los spoilers de lado, debo decir que la historia de Joe viejo y Joe
joven es sólo una astilla del tronco argumental. Casi podría decir que esta es
una historia secundaria, que ayuda a lo que sigue pero que no es el punto
central. Y es allí donde justamente la película sorprende. Porque el argumento
no gira tanto en torno a esos dos personajes sino lo que podría llegar a
suceder, lo que le sucedió a otros o lo que mueve a detenerlos… Lo mejor de
todo es que en ningún momento supuse que la película iría por esos rumbos. Justamente,
los trailers que hemos podido ver no nos acercan ni en lo más mínimo a ese giro
argumental…
Sé que estoy hablando un poco en el aire, pero es que
no quiero matar expectativas o adelantar puntos clave. Recomiendo disfrutar de
esta película, que es una ingeniosa revitalización del género, entretiene y no
deja indiferente.
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